Europe Endlees

Europa cambió el día que retiró de su aglutinamiento la palabra Comunidad, en favor de la palabra Unión. No es un cambio baladí, como comprobarán de inmediato. 
La palabra unión, significa adición, agregación. Es evidente que tiene que ver con sumar como operación aritmética. En este sentido, un factor se agrega a otros factores como un elemento más de un conjunto de factores. Es evidente que si ese factor entra a formar parte de ese conjunto de factores como un elemento más del mismo, es porque en verdad cumple con las características que se propone para ese conjunto. Lo lamentable de la palabra unión viene cuando descubres que cuando no cumples las características del conjunto viene la sustracción, la resta. De sustracciones sabe suficiente el sur de Europa, de Grecia a Portugal, los famosos PIGS sin chips. 
Por no cumplir con todas las características que el norte de Europa propuso, el sur de Europa se vió abocado a realizar una política económica de sustracciones, especialmente en materia sanitaria y educativa, tristemente. La crisis del 2008 pero que provenía de años anteriores, arrastró al sur europeo por el bárbaro lodazal de los recortes. No en vano usamos esta expresión platónica, pues ya en siglo IX adE. fueron los bárbaros del norte quienes seccionaron la yugular sin sangre de la civilización Griega, deponiendo a los dioses carnales terrestres femeninos en favor del ascenso al trono de Wotan/Zeus. Esos dioses del norte patriarcales, que proponen la civilización patricia romana, que nos ahoga ahora. 
Doce años después estamos ante otra crisis incivil, provocada por el COVID-19. Como siempre, así se tratara de una apocalíptica maldición, afecta más al sur de Europa que al norte. De nuevo, se precisa que los que no sufren pero ya les llegará su hora, den su consentimiento a que el sur de Europa pueda sobrellevar sin lamentar más que un sólo virus, sin que les alcance el económico además. Sin embargo, como siempre, la unión se empequeñece y se niega a ceder por miedo a que las características que han dispuesto para el grupo, se desmoronen y no les beneficien. De nuevo, la Unión es sólo eso adición y sustracción, y a unos les toca adicionar y a otros ser sustraídos, porque son el agente pasivo de toda acción.
La palabra Comunidad, es tan distinta, no significa adición, sino Urdidumbre. Es curioso que este término se creará en la cuna de la civilización occidental y en el seno del platonismo. En este caso, urdidumbre significa que se han entrelazado de tal manera las ideas consigo mismas que forman una totalidad indestructible, en la que no se podrá encontrar ninguna fisura. En nuestro caso, que los países europeos forman tal entrelazamiento entre sí, que no queda ninguno de ellos lejos del bienestar de todos y que, cuando alguno de ellos padece dificultades, no ha de temer por las mismas, ya que los otros países se encargarán de conseguir provocar la capacidad para que las pueda vencer. 
La Comunidad Europea es la que tiene sentido y lo posee, no en balde el sentido se define siempre por la búsqueda de una realidad sincrónica y direccional. Todo tiene sentido cuando forma esa urdidumbre. Y eso es lo que se espera de esta Unión Europea, que todos los países busquen esa urdidumbre. Sin embargo, es triste comprobar cada día como se deshecha a unos países, incapacitados para conservar una identidad que no poseen porque es propia de los de arriba. Es más, urdidumbre significa asunción, que es respetando la identidad de alguien aceptarlo en el seno de otro. Es triste ver como esta Comunidad desapareció ha tiempo, en aras de un Arrriba/abajo.
Es preciso que se recupera esa Comunidad y se vea a todos los países como asumidos en esa comunidad y no consumidos por la Unión, una Europa sin final. De no tomarse este sentido direccional y sincrónico, en los países del sur, siempre sustraídos, se generará una corriente antiunionista y de salida de la misma. 

Y no es cierto que fuera de Europa haga frío, es más, quizá al salir sople un viento de calor tropical.

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